Atendiendo a una amable invitación del TPAC para reseñar la obra de Broadway “Mean Girls”, asistí al espectáculo de apertura del musical. Al principio, estaba un poco escéptico acerca de si el programa era apropiado para la edad de un hombre mayor. Después de todo, las caras jóvenes y la abundancia del color rosado en sus ilustraciones publicitarias me hicieron pensar que estaba a punto de presenciar EN VIVO en el escenario una producción destinada a chicas adolescentes
Sin embargo y desafiando al Covid-19, decidí asistir. Poco después de que comenzara el programa, comencé a darme cuenta de lo equivocado que estaba en cuanto a mi evaluación inicial.
Sí, el programa trata sobre un grupo de estudiantes de secundaria que cantan y bailan, pero a medida que avanzaba comencé a entender el mensaje que venía incrustado en la trama de la obra. Me di cuenta de que era una verdadera obra maestra, perfectamente apropiada para los tiempos en que vivimos.
Aunque la mayoría de la gente quizás te dará una versión diferente de lo que es la trama de la obra, es evidente que que ésta trata sobre la necesidad que tienen los humanos (la mayoría) de alcanzar popularidad, fama y de ser amados y admirados por todos. Este fenómeno que ha tenido lugar en las escuelas durante décadas ahora se ha intensificado con la introducción de Internet y las redes sociales.
El experimento psico-social de tener un poderoso Medio de Comunicación a la disposición, convierte la vida cotidiana de muchos individuos en un verdadero concurso de popularidad y al igual que ocurre en una manada de lobos, la proliferación de los individuos ALFA y los enfrentamientos que ocurren cuando dos o más de ellos se encuentran se hace cada vez mas frecuente. Está por demás decir que hoy en día que la intimidación, el engaño y la intriga representan un gran componente de estas rivalidades. Con respecto a la intimidación, hubo una frase muy interesante en la obra que capturó mi atención: “El llamar a otro tonto no te hace a ti más inteligente”. En este punto me di cuenta de lo que estaba presenciando y quedé fascinado con la forma en que la escritora TINA FAY había insertado cuidadosamente todos estos mensajes en una obra que por lo demás es bastante fresca y juvenil.
Por supuesto (alerta de spoiler) la moraleja de la obra es que el acoso y la carrera por la popularidad eventualmente fracasan y los ahora llamados “Influencers” terminan finalmente siendo odiados por todos.
Por último, me di cuenta de que el entorno de la escuela secundaria era solo un envase para empacar este poderoso mensaje, porque el uso de las redes sociales para lograr popularidad y fama va mucho más allá de los adolescentes y ahora este fenómeno se ha extendido a personas de 20, 30, 40 y sí, también la gente de mi edad.
Creo que todos podemos aprender una lección importante de Mean Girls y comprender el verdadero propósito de las redes sociales.
Mean Girls se está presentando en la sala Andrew Jackson del TPAC.